Hernan Salvo #ARTISTA EN FOCO

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Artista Hernán Salvo

Desde su taller en Villa Crespo, Hernán Salvo construye mundos, de ficción y realidad, dentro de pinturas, películas y cajas. Cajas que contienen universos estáticos, detenidos en el tiempo y que el espectador puede reconstruir o expandir con su propia imaginación. Muchas veces son principios de películas y otras finales. A partir de una obra pintada en carbonilla sobre tela que mostraba una sala de cine en blanco y negro con el gran telón cerrado, Hernán empezó a pensar en la posibilidad de abrir apenas el telón y mostrar un poco más allá. Al poco tiempo, telones, puertas, mirillas y ventanas empezaron a ser el gran preambulo para su propia imaginación.

“Creo que todo está metido en la obra: el cine, la fotografia, la arquitectura y la escultura. De todos tomé una parte”.

La forma de llegar acá no es otra que trabajando, según Hernán. Las horas que pasa en el taller son clave para la evolución de su obra. “Mi método es trabajar por series. Parto de una idea que desarrollo y un trabajo me va llevando a otro. Creo que el proceso está en el devenir de la obra”, aclara. Su primera aproximación al arte fue a través de la arquitectura, mientras cursaba la carrera empezó a interesarse por el dibujo. Comenzó en paralelo la carrera de Bellas Artes con especialización en escultura y en algún momento cuando tuvo que decidir se inclinó más por esta última. También estudió cine y fotografía. “Creo que todo está metido en mi obra. De todo tomé una parte y son los intereses que están en mi obra”, explica.

“El arte es parte de mi vida. Estoy todo el tiempo pensando que las cosas pueden ser una obra de arte. Lo tengo incorporado”.

Cuando intenta definir su obra, la ve un tanto surrealista y metafórica. El sentido sin dudas está y la búsqueda de una reacción en el espectador sale a la luz detrás de cada antesala. Son los denominadores comunes, como las puertas o las ventanas, los que rigen su obra de manera inconsciente pero muy presente. “Cuando hago consciente lo inconsciente voy desarrollando otras ideas”, se expresa Hernán.

“Siempre aparecen dudas pero después surgen cosas que te invitan a seguir”.

En su trabajo, cuando se presentan dudas sobre su futuro o sobre su presente, la vida misma lo va impulsando a seguir. Y eso se ve claro en la evolución de sus series que empezaron siendo fachadas de edificios para luego pasar a ser cuadros con relieve, se sumaron luces y cuando lo de adentro empezó a cobrar más importancia que lo de afuera, el interior fue tomando protagonismo y el exterior se fue cerrando como una forma de preservar ese mundo interior. Como un voyeur de los pequeños actos cotidianos y la necesidad de preservarlos, de todo lo que Hernán observa en su día a día, surge la necesidad de preservarlos, cuidando su caja exterior. En tiempos de exposición constante, un poco de privacidad para ser espiada.


Nacido en 1976, Buenos Aires.
Artista Visual, profesor Nacional de Escultura por la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Postgrado en Dibujo con Eduardo Stupía, Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, 2011.
Mención en el Salón Nacional de Dibujo, Premio Fundación Williams y Fondo Cultura BA.
En la obra de Hernán Salvo nos vemos en una situación de exploración del espacio, y con un sensación de expectativa de lo que está por suceder. En carbonilla sobre tela (una de las múltiples disciplinas que domina el artista), plantea una serie de escenarios y pantallas gigantes, en su mayoría sin figura humana, donde trabaja el vínculo con el espectador, dándole participación desde lo subjetivo, ofreciéndole un disparador para imaginar lo que está pasando.