“Muchos me conocen como fotógrafo pero yo no estudié fotografía propiamente sino que soy profesor de pintura. Para mi la foto es una herrmienta más”. Este es Pablo Zicarello en su taller de Paternal. A su derecha sobre una mesa baja habrá por lo menos 30 cámaras de fotos, todas analógicas, todas diferentes. Como reliquias de antaño, estas herramientas son las que ayudan a Pablo a crear su obra. Todo empezó hace unos cuantos años atrás en la escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón donde estudiaba. Haciendo una obra con carbonilla empezó a experimentar con la fotografía que era algo bastante nuevo y ni siquiera considerado un arte. A través de su padre que era fotógrafo amateur entró en el mundo de la imagen y más tarde al video y al sonido, materialidades que aún usa hoy en su trabajo.
No fue hasta que obtuvo una beca para viajar a Amsterdam a una residencia de arte, que surgieron las preguntas acerca del ser artista y de profesionalizar la práctica de arte. A su regreso entró de lleno en el mundo del arte local e internacional y también empezó con la docencia, práctica que continúa hasta hoy.
Parte de una generación bisagra, como la llama él, para los fotógrafos que trabajaban con técnicas analógicas y de pronto se vieron presionados por la industria digital para cambiar, para Pablo sigue siendo fundamental trabajar con el contacto que realizan los químicos y los procesos analógicos. “En el arte no hay descarte, todo se suma y todo tiene sentido. Para mí lo analógico en términos fotográficos es una filosofía”, explica.
Su trabajo se divide en series, algunas que le llevan más tiempo, con procesos analógicos o de acumulación de imágenes muy diferente a la disciplina digital. Con su intervención constante en todo el proceso, el autor, el yo, aparece al final con las ganas de compartir la obra con los otros.
“Me inspira la existencia, todo. Me siento una esponja de todo lo que me rodea y percibo y también de lo que no llego a percibir. Desde la infancia mis primeros recuerdos son la fascinación por la noche, las estrellas y estar muy alucinado con las naves espaciales y la astronomía” nos cuenta Pablo. Es así que en su serie Estado del tiempo fotografía al cielo, a la luna, a las estrellas, en distintas partes del mundo. “Por medio de una nueva serie de obras puedo contemplar nuevamente el cielo como cuando era chiquito. El cielo me inspira”
Su otra serie de fotos de la ciudad, Microcentro, es una analogía con esta pero en un contexto urbano. Mirando hacia arriba intentando ver las estrellas en la ciudad aparecen esos carteles luminosos. Y Luz accidental retrata persianas de negocios bajas, recortadas de su entorno. Fue realizada en los años de crisis de 2001, junto con la necesidad de salir a la calle a hacer algo, tomar una acción.
“El arte es una brújula, me ordena, me indica para donde ir y también me ordena por dentro. Mi modo de dar cuenta de las cosas de mi experiencia vital es lo que va quedando en forma de dibujos, fotos, pinturas, instalaciones. Y es un modo de compartir una mirada sobre la forma del mundo”…
Pablo Ziccarello
8/8/1972
Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredon” / taller de Juan Doffo, Pablo Siquier, Diana Aisenberg.
Artista y fotografo referente de la escena artística contemporánea Argentina.
Sus obras pueden encontrarse en diversas colecciones, entre ellas el Museo de Arte Moderno de Bs.As., Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Rosario, Rijksakademie van Beeldende Kunsten y AKZO nobel collection de los Países Bajos.