- En Casa Solís, Montevideo, se realizó el lanzamiento de la versión uruguaya de la plataforma de comercio virtual.
- Más allá de ampliar mercados y visibilidad para los artistas, apuesta a la capacidad de generar valor del arte
En el vasto mundo del arte contemporáneo, la irrupción de las plataformas en línea vino a transformar los hábitos de consumo y recepción. Fundada en Argentina en 2017, y expandida en México en 2021, Diderot.Art nació en este contexto como un facilitador del acceso al arte y promotor del coleccionismo desde una perspectiva actual, en sintonía con los mercados globales.
Diderot.Art acaba de presentar su versión uruguaya, donde busca expandir su modelo: vender obras casi en su totalidad online. “Queremos crear un vínculo emocional entre el púbico y la obra: descubrir artistas, entender su proceso creativo y generar una conexión más profunda con las piezas”, cuenta en diálogo con Ñ Lucrecia Cornejo, una de sus directoras. Como espacio de encuentro entre artistas y compradores, sin intermediarios, en un ambiente que prioriza la autenticidad y la calidad, la experiencia es un componente fundamental. Y busca que el coleccionismo deje de ser una práctica elitista y se torne accesible.
En el enfoque del proyecto, se destacan el énfasis en la relación humana y un rol clave designado a la curaduría. “No es solo un espacio de exposición, intentamos que la variedad de técnicas y propuestas permita al usuario encontrar obras con las que realmente se identifique”, cuenta Cornejo. Y señala uno de los mayores logros de Diderot.Art hasta el momento: la ampliación de su público.
Gran parte de sus compradores son personas que antes no tenían contacto directo con el mundo del coleccionismo. “Yo he comprado siempre arte sin saber, o sin pretender saber demasiado, pero no era de las personas que me intimidara entrar a una galería, o comprar, sino que rompía ese hielo rápidamente, porque es algo que me genera mucho placer y emoción. Uno no se acerca a lo que no conoce”, cuenta.
Al cierre de esta edición, en la plataforma uruguaya se contaban un par de decenas de artistas, donde se destaca la presencia de Diego Masi (1965), Juan Burgos (1963), Ana Campanella (1980) y Camila Lacroze (1988), entre otros. En este país cuentan con la curaduría de Pía Susaeta y la representación de Fiona White, ambas con probada trayectoria en el rubro.
Si bien el proyecto desde el inicio fue pensado a nivel regional, la idea de llegar a un nuevo país no solo tiene que ver con incorporar artistas locales a la plataforma, sino desarrollar mercado, compradores, coleccionistas para generar puentes. En palabras de White: “Diderot.Art otorgará a los artistas uruguayos un respaldo en su carrera, un sentimiento de comunidad y, al mismo tiempo, se ocupará de convocar y formar nuevos compradores y coleccionistas, promoviendo un círculo virtuoso que complemente y amplíe el mercado de arte actual”.
Para Cornejo, el futuro del arte pasa por el acceso global, la sostenibilidad y la educación artística, donde los límites entre coleccionista y creador se vuelven cada vez más difusos. El arte tiene la capacidad de generar valor más allá de lo estético, impulsando debates en torno a lo social, lo político y lo económico: crear un espacio de activismo artístico. “El desafío más grande es lograr que las piezas sean vistas en su totalidad, en un entorno donde la sobreoferta visual muchas veces nubla el contenido de calidad”.
Fuente: Clarin.com